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Las 4 claves del bienestar analizando la mente de los maestros budistas

Las 4 claves del bienestar analizando la mente de los maestros budistas

14/5/2021


El neurocientífico y psicólogo Richard J. Davidson es un experto en emociones y meditación y lleva muchos años estudiando el impacto de la meditación y otras prácticas similares en nuestro cerebro. Afirma que el bienestar psicológico es una habilidad que podemos alcanzar con la práctica.

Estudiando el cerebro de grandes maestros budistas ha llegado a la conclusión de que existen 4 cualidades esenciales para alcanzar el bienestar, ese estado de paz interior que todos queremos conseguir pero que nos cuesta tanto, sobre todo en estos tiempos donde la vida nos exige responsabilidad, compromiso, atención y adaptación a los avances y constantes cambios.

 

Este estado de calma o bienestar no es un estado que se alcanza sino una habilidad que se desarrolla. Se trata de un cambio de paradigma interesante porque implica que, si uno practica, puede desarrollar esta habilidad.

 

¿Cómo podemos desarrollar un estado de bienestar y paz interior duradero?

 

1. Resiliencia

 

La resiliencia es la capacidad para recuperarnos de la adversidad y salir fortalecidos de esa experiencia. Davidson la relaciona con el “no-apego”, porque implica la capacidad para fluir y no quedarse atascados en esas experiencias negativas.

 

En un mundo impermanente en continuo cambio, nos ocurren cosas desagradables y no siempre podemos evitarlas, pero siempre podemos cambiar la manera en que reaccionamos ante ellas.

 

Las personas que se recuperan rápidamente de la adversidad, muestran niveles más altos de bienestar. La resiliencia nos ayuda a confiar más en nuestra capacidad de resolver dificultades.

2. Perspectiva positiva

 

Aquí hablamos de la capacidad para ver las cosas positivas incluso en medio de la tormenta, la capacidad para disfrutar de las experiencias positivas y percibir con bondad a las otras personas.

 

Tanto el optimismo como el pesimismo son actitudes basadas en la manera de percibir y evaluar una situación, y sus probables resultados. Tener una perspectiva positiva nos ayuda a salir adelante en la vida, a resolver mejor nuestros problemas y a disminuir el sufrimiento, mientras que una actitud negativa nos limita, nos impide ver con claridad y objetividad el problema y su solución, aumenta el estrés y se transmite fácilmente a la gente que nos rodea.

La perspectiva positiva ayuda a tener una sensación de control: la persona piensa que controla su vida y tiene esperanza de que va a suceder lo que quiere. Estas personas que tienen un cierto control sobre su vida tienden a vivir mejor.

Las investigaciones de Davidson demostraron que las personas que practican meditación compasiva refuerzan los circuitos cerebrales que se encuentran en la base de la perspectiva positiva.

3. Atención plena

 

La mente, como el agua, tiene tendencia a escurrirse. Se resiste a ser dominada y controlada. No es fácil dominar la mente a través de técnicas de meditación y en el camino hemos de superar muchos obstáculos, la mayoría creados por nuestra mente.

La atención plena es un estado donde nos abrimos a la experiencia y nos centramos en ella. Consiste en observar, contemplar y examinar. No como un juez, sino como un científico.

Tras un estudio, investigadores de la Universidad de Harvard concluyeron que las personas pasan el 47% de su vida sin prestar atención a lo que están haciendo. Y lo peor de todo es que ese divagar sin rumbo de la mente se asoció a un estado de infelicidad e insatisfacción.

 

Mantener la atención en el presente es una de las claves del bienestar. No solo nos permite prestar atención a lo que estamos haciendo sino que nos ayuda a apreciar los pequeños detalles y estar relajados.

Por eso, cuando a un maestro zen se le pregunta cuál es el camino para alcanzar la iluminación, a menudo responden: “Cuando camines, camina. Cuando comas, come”. Parece sencillo, pero no lo es.

 

4. Generosidad

 

Diversos estudios confirman la influencia positiva que la gratitud tiene sobre el bienestar de las personas. El comportamiento generoso y altruista, activa circuitos en el cerebro que son clave para el bienestar. Lo interesante es que estos circuitos se activan de forma más duradera que cuando recibimos una recompensa o un regalo.

 

Davidson también ha comprobado que ser generosos y ayudar a los demás tiene un efecto boomerang, se revierte en nosotros rápidamente generando un estado de bienestar, equilibrio mental y felicidad.

 

Practicar la gratitud es una actitud que puedes adquirir y enriquecerá tu vida. Esta actitud te hace un poco más feliz porque no sólo tu te encuentras mejor, sino que ayudas a mejorar la vida de los demás.

Las personas agradecidas tienen una vida más plena porque ponen su foco de atención en dar y en los demás. Una simple sonrisa y un "gracias" es una forma sencilla de gratitud donde hacemos ver a la otra persona que es importante y que sus palabras o acciones nos han ayudado. Es una manera de demostrar respeto y valorar a los demás.