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YOGA Y MENOPAUSIA

2022-02-24

La menopausia es una transición natural que todas las mujeres experimentan en su vida. Como sabemos, el climaterio (o menopausia), es el período en el cual los ovarios dejan de liberar óvulos y reducen gradualmente su producción de estrógeno y progesterona. Esto produce la pérdida de masa ósea que puede dar lugar a osteoporosis.
La edad de aparición es muy variable, alrededor de los 50 años. Los síntomas y la forma de vivirla varían mucho de una persona a la otra y pueden durar entre 5 y 10 años o más.

Los cambios físicos pueden producir síntomas como sofocos, sudores nocturnos, ansiedad, pérdida de memoria, dolores de cabeza, cambios de humor, incontinencia urinaria, dolores articulares y falta de sueño o apetito sexual.
Estos cambios, en ocasiones, son difíciles de gestionar y la mujer puede sentirse incomprendida, lo que aumenta su sentimiento de soledad, ansiedad u otros desequilibrios emocionales afectando a su calidad de vida.

Queramos o no, toda esta carga genera estrés y el estrés es un factor que agrava los síntomas de la menopausia. Para contrarrestar todo esto y aliviar los síntomas, muchas mujeres recurren a la terapia hormonal o a los medicamentos.
Desde Es Tiempo de Yoga, pensamos que la manera más segura de disminuir algunos de los síntomas de esta etapa de la vida de la mujer es mantener la salud general, empezando por una dieta nutritiva y ejercicio habitual. El yoga también puede ayudar a la mujer durante la menopausia ya que nos ofrece una serie de posturas y técnicas de respiración que resultan ,muy útiles para sobrellevar mejor los síntomas como la ansiedad y los sofocos.

PRÁCTICA DE YOGA
El yoga y las técnicas de respiración, durante la menopausia,  permiten una regulación fisiológica. El estiramiento y relajación de los músculos ayuda a las células y tejidos a tener una mejor salud cardiovascular, fortalece músculos y huesos y mejora  el funcionamiento del sistema digestivo y sistema nervioso. Recomendamos una práctica suave y consciente con la atención en la respiración y escuchando lo que pasa en el cuerpo.

Para nosotras, por nuestra experiencia, yoga es salud. Si mantenemos una práctica constante de yoga, podremos:
• Tener más movilidad y flexibilidad en los músculos y las articulaciones.
• Aumentar la fuerza de nuestro cuerpo y mejorar el equilibrio.
• Mejorar el sistema circulatorio y controlar el ritmo cardiaco.
• Aumentar la capacidad pulmonar y mejorar el sistema respiratorio y la oxigenación del cuerpo.
• Conectar con nuestro cuerpo y sus necesidad físicas, mentales y emocionales.
• Reducir el estrés y la ansiedad y favorecer el descanso.
• Calmar la mente.

ASANAS (Posturas físicas)
Si practicas yoga con regularidad, puedes observar cómo te sienta la práctica y qué asanas te van bien y te ayudan. A continuación te ofrecemos una pequeña práctica de asanas restaurativas muy sencillas. Predominan las asanas de flexión. Este grupo de posturas favorecen la introspección y ayudan a calmar el Sistema Nervioso. Además ayudan a mantener el bienestar general y la salud reduciendo los sofocos, la osteoporosis y los desequilibrios emocionales.
Practica en un lugar tranquilo donde puedas concentrarte. Puedes mantener cada asana entre 1 y 3 minutos (o entre 10 y 30 respiraciones).

PRANAYAMA (Respiración)
La respiración ha de ser amplia, suave y fluida, alargando la inspiración y la exhalación sin forzarla. Este tipo de respiración incrementa la capacidad pulmonar y favorece la oxigenación de células, tejidos y órganos.
Si quieres conseguir una mayor relajación y calma, puedes alargar la exhalación. Por ejemplo, puedes contar mentalmente hasta 4 al inspirar y hasta 6 (u 8) al exhalar.

¡FELIZ PRÁCTICA!